En este artículo analizaremos cuales son los principales filtros que componen nuestro motor, o en este caso, los más esenciales para evitar cualquier tipo de fallas o avería.
Los filtros de combustible
Estas piezas son las que se encargan de mantener el combustible que pasa desde el tanque de combustible al motor de la manera más limpia posible. Existen varios tipos de filtros, pero todo dependerá del tipo de vehículo y sus especificaciones. El primer filtro de combustible se encuentra justo a la salida del tanque de la gasolina. Por más ecológica que parezca, el combustible siempre tiende a salir con partículas o suciedad, y esto provocaría ciertas fallas en el sistema interno del coche, es aquí donde cobra fuerza el filtro de combustible.
Hay otro filtro más adelante que en este caso garantiza que la gasolina llegue a su destino más pura o cristalina. En el caso de los coches viejos, este filtro se encuentra casi a lado del carburador. Los autos de última generación también cuenta con filtros de la gasolina, pero su tecnología es mucho mayor, por lo que a la hora de revisarlos no siempre se notan a simple vista. Se recomienda cambiarlos por lo menos una vez al año, pero sobre todo utilizar aquellos que recomienda el fabricante.
El filtro de aire
Existen diversos filtros de aire y su periodo de duración depende de varios factores; el material del que están hechos puede variar, de papel, espuma o de algodón. El buen estado de cada filtro y su caducidad también dependen del fabricante. Los filtros de aire se encargan de que llegue aire puro al motor, evitando esas partículas de polvo abrasivas. Si el filtro de aire realiza su trabajo el proceso de combustión y el consumo de combustible se mantienen en los rangos establecidos. En el caso de estos filtros los fabricantes recomiendan sustituirlos una vez por año, sin embargo, si habitualmente usted circula por caminos polvorientos es aconsejable cambiarlo cada seis meses. Es importante saber que los expertos en mecánica señalan que un filtro sucio o vencido es mucho peor para el ambiente que aquellos coches que no tienen el filtro.
El filtro de aceite
Sabemos que el lubricante es imprescindible para el funcionamiento de los motores, de hecho, debemos revisar constantemente el nivel del aceite en nuestro motor ya que un propulsor sin aceite sencillamente se daña. A medida que pasa el tiempo nuestro motor va sufriendo ciertos desgastes, este proceso es algo normal, aunque con ello aparecen ciertas partículas metálicas, producto del desgaste, que precisamente van a parar al lubricante. La función del filtro de aceite es retener esas partículas para que no afecten el rendimiento del motor o inclusive lo dañen. Cuando cambiemos el aceite debemos sustituir inmediatamente el filtro.
El filtro del habitáculo
Este se considera uno de los filtros más importantes del coche para el bienestar de los conductores y los acompañantes. El filtro del habitáculo se encarga de atrapar todas esas partículas de polvo y los granos de polen que se mantienen en suspensión en el ambiente. Este filtro evita que estos residuos entren dentro del coche y por lo tanto mantienen un ambiente más fresco proporcionando una sensación de limpieza y buenos olores. Al igual que los filtros anteriores se recomienda cambiarlos una vez al año, salvo que conduzcamos habitualmente por terrenos polvorientos.
si te interesa este tema te invitamos a leer nuestro artículo ¿Cuándo y por qué sustituir el filtro de habitáculo del coche?
